Rafael Amargo se apunta a una academia para sacarse la oposición de Policía

La complicada situación judicial que atraviesa Rafael Amargo -el pasado mes de marzo se enfrentó a su segunda detención acusado de supuesto tráfico de drogas- ha hecho mella en su día a día. Tanto que, según señaló el bailaor en 'Espejo Público' «llevo dos años y medio pasándolo muy mal con tratamiento psiquiátrico». «Ya no me quedan ni lágrimas para llorar. Tengo que ser fuerte, no puedo dejar que me maten ni matarme», añadió.

Este proceso judicial ha hecho, según él, que haya perdido oportunidades laborales que tenía ya cerradas. Quizá, por este motivo, ha optado por buscar otras vías y fuentes de ingresos. En unas recientes declaraciones, Amargo ha confesado que «este año me matriculé para hacer la oposición de Policía». Y pese a que aún no ha comenzado a estudiar, considera que «es un trabajo precioso» y que le ha llamado la atención desde pequeño.

Hace poco más de un mes, como contó, en exclusiva, este periódico, Amargo fue detenido por la Policía Nacional acusado, presuntamente, de haber traficado con sustancias estupefacientes en su inmueble, ubicado en el madrileño barrio de Malasaña. El arresto tuvo lugar pasadas las diez de la noche, cuando finalizó su función en la sala Casanova de la calle de San Isidro, Alicante. Finalmente, unos días después, y tras la celebración de un juicio rápido, fue puesto en libertad provisional, sin fianza y con cargos.

Eso sí, la titular del juzgado de Instrucción 2 acordó que el bailaor tenía totalmente prohibido salir del país aunque denegó la prisión provisional con fianza de 6.000 euros -cantidad expresa que solicitaba el Ministerio Fiscal- ya que entiende que no existe un riesgo alto de fuga y optó por emplear otras alternativas existentes -tendrá que seguir realizando presentaciones quincenales sin que haya ningún tipo de incidencia en la que esté involucrado-.